jueves, 12 de febrero de 2015

¿Cómo comer venenos y no morir en el intento?


La contaminación de la biosfera con compuestos aromáticos extraños a la vida (xenobióticos) y que son producidos artificialmente por el hombre es global. La contaminación debida a estos compuestos se produce por el uso de diferentes productos orgánicos sintéticos, como herbicidas e insecticidas empleados en la agricultura solventes, lubricantes y plastificantes empleados en la industria.

Los compuestos xenobióticos no son fácilmente destruidos por los seres vivos (biodegradación) y se van acumulando en la biosfera, ocasionando problemas de toxicidad en el ser humano debido a la acumulación progresiva del compuesto tóxico en los seres vivos (biomagnificación) a lo largo de la cadena alimenticia.

A diferencia de nosotros, que no podemos eliminar estos compuestos y pueden hasta enfermarnos o finalmente matarnos. Los microorganismos, que son organismos vivos que no pueden verse a simple vista, tienen la habilidad de utilizar los contaminantes ambientales como alimentos, a pesar de que muchos de estos compuestos han sido introducidos recientemente en la naturaleza.

Por lo anterior, es interesante establecer las estrategias genéticas que se han desarrollado en los microorganismos y que aún pueden estar desarrollándose, para utilizar estos venenos como sabrosos alimentos que les suministran energía y bloques de construcción para crecer y reproducirse.


Entre los principales obstáculos para que la biodegradación de los compuestos xenobióticos aromáticos se lleve a cabo se encuentran: por un lado, la presencia de elementos químicos (cloro, bromo, etc.) o enlaces (formas en las que los elementos se unen para producir compuestos) que resultan extraños a los que presentan normalmente los compuestos producidos por los seres vivos. 

Por otro lado, los microorganismos pueden ser incapaces de introducir el compuesto a su citoplasma por falta de permeasas y trasportadores adecuados, estas son proteínas que funcionan como “bocas” que les permiten a los microorganismos introducir los compuesto a su citoplasma “estómago” para comérselos; además, en ocasiones, los microrganismos son incapaces de metabolizar el compuesto, o sea, transformarlo en energía y bloques de construcción para crecer y producir nuevos microorganismos, debido a su insolubilidad o toxicidad del compuesto original o sus productos de biodegradación.

Dr. Luis Gerardo Treviño Quintanilla*


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